31 de agosto de 2010

Nuestros Hijos….


Vivimos en un mundo de cambios, en lo individual y en lo colectivo. Nuestros valores, educación, la estructura familiar, y nuestro modo de vida están determinados por los constantes cambios experimentados por la humanidad.

Esto está sucediendo muy rápidamente, aparentemente se nos termina el tiempo y no nos alcanza para valorar aquellas cosas que dan sentido y satisfacción a la vida. Entre ellas, nuestros hijos.

Incluso, esta aceleración de vida está en los hogares, ya no existe tiempo para trabajar en la formación de los hijos. Eso se le está dejando a la persona responsable de cuidarlos mientras ambos padres salen al trabajo. El tiempo de la interacción familiar se ha dedicado a la preparación para el siguiente día. Tanto la madre como el padre están cansados, por lo cual es necesario descansar para enfrentar la siguiente jornada. No hay tiempo para comunicarse con los miembros de la familia, cada uno está muy ocupado en lo suyo

Otros padres ocupan el tiempo libre para sus entretenimientos personales. Hoy día ya no es el Béisbol, o cualquier deporte preferido de Papá o algún programa especial del agrado de mamá, está la Internet, papá y mamá tienen donde gastar su único tiempo libre, están frente a sus computares personales. Descuidando sus relaciones como cónyuges y por consiguiente, sus responsabilidades de padres.

Quiero aclarar lo siguiente; no tiene nada malo tener preferencia por un deporte, un programa de televisión determinado y usar una computadora personal para navegar por el mundo cibernético, el asunto está en nuestras prioridades. ¿Que ocupa el primer lugar de tu vida? ¿Lo ocupan estas cosas? ¿O está tu familia en primer lugar?

Pues muchas veces se le quita el tiempo a la interacción familiar para dedicarla a los asuntos personales, sufriendo las consecuencias, la relación de pareja y la relación de los padres con los hijos. A este nivel es necesaria una decisión acertada, firme y consiente. Sus hijos les necesitan, deben ser instruidos en amonestación y disciplina (Efesios 6:4b). Responsabilidad dada a sus padres y en especial a la madre.

Nuestros hijos reclaman a voces les sea concedida una oportunidad en una agenda tan saturada de preocupaciones, ocupaciones y problemas. Donde no hay espacio para lo más apreciado, nuestros hijos.

La biblia dice en Proverbios 3:1-4; Hijo mío, no te olvides de mi instrucción, y guarde tu corazón mis mandamientos; porque abundancia de días y años de vida y bienestar te aumentarán. No se aparten de ti la misericordia y la verdad; átalas a tu cuello. Escríbelas en las tablas de tu corazón, y hallarás gracia y buena opinión ante los ojos de Dios y de los hombres.

Al leer estos versículos, podemos ver una declaración de gran compromiso para nosotros como padre y madre.

1- Para que un hijo(a) no se olvides de mi instrucción, debería hacerlo consistentemente, y para lograr este propósito es necesario dedicarle tiempo, ponerlo en mi agenda de actividades diarias, asegurándole prioridad en el orden de mis ocupaciones diarias.

2- Igual sucede cuando damos mandamientos a nuestros hijos, la mejor forma de guardarlo en sus corazones es cuando tenemos el tiempo para repetirlo y lograr en ellos hábitos de vida.

3- Así mimos sucede con la misericordia y la verdad, esto es de gran bendición en la crianza de nuestros hijos si la enseñamos con el ejemplo, pero para enseñar por medio del ejemplo es necesario dedicar tiempo y de calidad a nuestros hijos e hijas.

Estos son valores vitales, como padres y madres se hacen necesarios en la lista de valores enseñado a nuestros hijos. No permitamos a la sociedad, al vecino, a la nana, la escuela… entre otros, tomar nuestro papel de educadores de nuestros hijos e hijas. Ellos necesitan de ti mamá y por igual, de ti papá.

Para tener éxito en estos principios es necesario ponerse de acuerdo, actuar juntos, en unidad, como un solo equipo.

Platiquen juntos para ponerse de acuerdo en cuanto a las reglas para sus hijos y la disciplina que van a dar si ellos no obedecen cada regla. Oren para que Dios les de unidad en su responsabilidad como padres.

a)- Los padres han de actuar juntos como una unidad. No debe existir división.

b)- Muchos padres se contrarían y los hijos quedan perjudicados por su mala administración.

c)- Hay padre demasiados indulgentes y otro muy severo.

d)- Si ambos padres están en desacuerdo, y uno de ellos procura contrarrestar la influencia del otro, la familia se desmoralizara, y ni el padre ni la madre serán objeto de respecto y la confianza que son esenciales para una familia bien gobernada y dirige por Dios.

Cuida de mantener consistencia en la educación de tus hijos e hijas, como padres estén unidos en las decisiones. No cambien por presión de los hijos, por falta de tiempo, por el trabajo u otra situación personal que ocupe el tiempo de los hijos.

Recuerda, después de Dios, nuestra familia es lo más importante.

Bendiciones.

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Si tienes alguna pregunta, puede hacerla por medio de mi correo personal.

martinez.mateo@hotmail.com

3 comentarios:

  1. Es hora de poner un alto en nuestras vidas y ver que ejemplo le estamos dando a nuestros hijos, que tan efectiva es nuestra comunicación con ellos, que palabras usamos al comunicarnos con ellos, son estas edificantes o destructivas, tengamos en cuenta que las palabras con que se envenena el corazón de un hijo, por mezquindad o por ignorancia, se quedan enquistadas en la memoria y tarde o temprano le queman el alma. Los padres tenemos el privilegio por un breve periodo de tiempo de moldear su caracter, tenemos el potencial de impactarlos para bien o para mal, los padres somos el espejo en que ellos se ven.

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  2. Dios le siga usando hermano.

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