En la entrega
anterior compartíamos algunas sugerencias con relación a la inmediata atención
que deberíamos dedicarle a los problemas dentro del matrimonio.
Hacíamos
referencia a la primera variable planteada en la primera entrega de este
articulo, titulada: “Arreglar los
problemas de manera inmediata”; en esta segunda entrega, nos enfocaremos en
la prevención de los problemas, bajo el sub-titulo: “Prevenir el problema antes de que suceda”. Este es el segundo principio que
compartiremos, Con la ayuda de Dios.
Recordemos lo
siguiente: corregimos un problema para prevenir que continúe sucediendo. Pero
cuando trabajamos en la prevención nos estamos asegurando de prevenir la potencial ocurrencia del problema. Siguiendo
esta segunda idea, nos concentraremos en compartir con usted algunas
sugerencias de utilidad para el
mejoramiento continuo en su matrimonio.
Cuando nos referimos
prevenir un problema y en especial, en el matrimonio, necesitamos poner una
delicada atención a los pequeños sucesos personales, tanto en el hombre como en
la mujer, o a cada situación personal de impacto negativo en la relación matrimonial.
Estar alerta
antes las probabilidades de recurrencia de actitudes que pudieran alterar la
normalidad de la relación, es decir, si (A)
es una variable (mi tono de voz, por ejemplo), ¿Cuál es la probabilidad
de que este suceso altere o esta acción sea un detonante en mi relación
de pareja?
Si puedo visualizar
el problema, podre poner las acciones en
lugar para prevenirlo, es decir, moderando mi tono de voz podría prevenir un
potencial acontecimiento negativo en mi
relación conyugal.
Hoy son muchos los
matrimonios que están sufriendo por la falta de prevención en la ocurrencia de
situaciones simples, pero con un alto potencial de convertirse en problemas sin solución para la pareja. Pues
desde el noviazgo se vienen dando los indicadores de situaciones. Muchas
parejas de novios no están poniendo atención a estos indicadores y al llegar al
matrimonio, estos se materializan convirtiéndose en problemas.
La prevención es la
acción tomada ante cualquier evento que pudiera alterar la felicidad buscada en la unión matrimonial. Las
actitudes de cada cónyuge, su forma de pensar y actuar. Como manifiesta sus gustos o disgusto. Como
enfrenta los momentos de alegría y de tristeza. Como manifiesta sus emociones y
sentimientos. Como se adapta o reaccionan antes las circunstancias de la vida
de pareja. De qué forma aceptan las
debilidades o fortalezas individuales acoplándose o haciendo los ajustes
necesarios para fortalecer la relación.
Hay bastantes
variables con las que se deben luchar para hacer crecer el matrimonio, ser
preventivo es tomarse el tiempo para analizar las posibles consecuencias de una
acción antes de ser ejecutada, visualizarse en un futuro inmediato, mirar que
pasaría si decido hacer o decir algo, de qué forma afectaría a mi pareja esto
que voy a decir. ¿Cuánto ayudaría a mi conyugue o a mi unión matrimonial la
decisión que estoy a punto de tomar? ¿Hacia dónde me lleva esta o esa actitud?
¿Cuáles ajustes necesitamos hacer como pareja para manejar este potencial
problema?
Cuando la pareja
aprende a escuchar sus pensamientos, a discutir sus ideas, a comunicar sus
inquietudes, a eliminar de sus decisiones a los terceros y sobre todo, a poner
en las manos de Dios sus planes, metas y objetivos de vida. Es mucho más
fácil la prevención de los problemas.
Un buen programa de
mejoramiento continuo está diseñado sobre las bases de un esquema de
prevenciones apropiadas a los cambios, a las presiones del medio y las
circunstancias que rodean la vida conyugal de la pareja. No es posible la
prevención de los problemas si no se está lo suficientemente sensible a las
posibilidades de ocurrencia de los
mismos. Solo aceptando este hecho se puede trabajar para eliminar las posibles
amenazas que rodean al matrimonio.
Si siente que su
cuerpo tiene alguna temperatura sobre lo normal, debería visitar al doctor para
investigar cuales son las causas por las cuales su cuerpo está reaccionando de
esa forma. Si no tiene una causa o raíz a ese problema, jamás podrá buscar la
medicina apropiada para solucionarlo.
Cuando estés lo suficientemente informado/a de esas posibles causas,
además de poner unas correcciones inmediatas, se espera que trabaje con las
prevenciones de lugar, así evitara potencialmente otra alta temperatura
corporal por las mismas situaciones descubiertas.
Similar a este hecho,
ocurre en la vida matrimonial. Es necesario trabajar con esos factores que
rodean la relación y para hacerlo de una
manera sabia, efectiva y preventiva, necesita consultar al inventor del
matrimonio, a Dios. Solo Él puede hacer el cambio en sus pensamientos y
acciones. Solo Él puede traer paz y dar
seguridad ante esa decisión y acción preventiva que usted está por tomar.
El primer paso es
encomendar a Dios su camino (Salmos 37:5), si Dios está en el primer lugar de sus decisiones,
los resultados serán más satisfactorios y habrán más bendiciones para su matrimonio.
En segundo lugar, es
necesario ser justo delante de Dios, pues El da la salvación al justo. La
biblia dice: Pero la salvación de los
justos es de Jehová, Y él es su
fortaleza en el tiempo de la angustia (Salmo 37:39).
Buscar la fortaleza
de Dios permite estar en mejores condiciones ante cualquier amenaza en la
relación matrimonial. Tener al Dios Eterno en la vida de cada conyugue impacta
de manera positiva en los cambios que por regla natural experimentan todas las
relaciones conyugales. Lo interesante es
que Dios siempre está a la disposición de los que le buscan, en especial, de
aquel hombre o mujer que lo hace con un
corazón arrepentido y humillado ante su presencia.
Otro paso, es la
actitud que se toma frente al cónyuge cuando existe la amenaza de un potencial
problema. ¿Cómo se organiza la pareja para prevenir situaciones lamentables sin
afectar la relación?
En el plan de Dios
para el matrimonio, esto es muy sencillo. Aunque en la mente del hombre o la
mujer resulte complejo y muchas veces
difícil de aceptar. Pues esto implica compromiso, humildad y aceptación. Y en
ocasiones, arrepentimiento. Sobre todo mucha oración...
Pido a Dios le motive a pensar en acciones positiva que
les permitan prevenir potenciales
problemas en su matrimonio. Quiero dejarle el siguiente consejo Bíblico…
Que el Señor los haga
crecer y abundar en amor unos para con otros, y para con todos, como también
nosotros lo hacemos para con ustedes; a
fin de que El afirme sus corazones irreprensibles en santidad delante de
nuestro Dios y Padre, en la venida de nuestro Señor Jesús con todos Sus santos. (1Tesalonicenses 3:12,13)
Autor: Mateo Martínez
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