28 de junio de 2011

Insultar la inteligencia


La prerrogativa del libre albedrío, la facultad de elección propia, la capacidad de decisión individual, son sinónimos para decir una misma cosa: hacer lo que creo me conviene, o más llanamente, lo que me plazca. Este “derecho” o “libertad” es lo que nos da el “permiso” de hacer o dejar de hacer; sin embargo, cuando incluye a terceros, el asunto se complica. Así lo entendió quien escribió esta frase que encontré en la web: “Tienes todo el derecho de mentirme, pero no insultes mi inteligencia”.


Me acordé de la frase, que la había anotado en el “buzón de material de reflexiones”, después de sentarme a re-analizar algunas conversaciones que he sostenido en las últimas semanas, y en las que he tenido que “amarrarme la lengua” para no decir ¡mentiros@! ante argumentos expuestos como verdades, no siéndolos (se suponía que yo no tenía conocimiento de los mismos). Te ha pasado, ¿verdad? Sin embargo, también has tenido que aparentar que están “insultando tu inteligencia”, para no revelar conocimiento previo de situaciones que ha de suponerse no tenías relación ni conocimiento.

Me puedo imaginar a Dios diciendo algo como: “Te di libre albedrío, y tienes el derecho de hacer lo que te plazca; pero cuando te justifiques, por favor, no insultes mi omnisapiencia”. ¿Te imaginas que aún vivamos como en la antigüedad, en la época cuando Dios respondía “viva y directamente”? ¿Que nos responda, por ejemplo, como le respondió a Nadab y Abiú? (Levítico 10)

Dios nos “suelta la soga” en nuestro libre albedrío, y no nos responde como lo hacía en milenios pasados; sin embargo, no insultemos la inteligencia de Dios, al hacernos los inocentes, cuando justificamos nuestras acciones, porque Él conoce muchas formas de cómo “cobrarse los insultos", en esta vida y en la otra.

1 Corintios 10:22-23
¿O provocaremos a celos al Señor? ¿Somos más fuertes que él? Todo me es lícito, pero no todo conviene; todo me es lícito, pero no todo edifica.

Autor: David A. Guerrero S.

1 comentario:

  1. Muy buenas tardes.

    Muchas personas cristianas me han dicho que no es bueno para el futuro de mi existencia ser ateo.

    Yo les digo que quizá sea voluntad de Dios que yo sea ateo, pues Dios siempre hace su voluntad.

    Ellos me corrigen y dicen: "Dios no es responsable de tus propias decisiones, tienes libre albedrío, por tanto tu eres el responsable de lo que causen tus propias decisiones"

    mi duda es la siguiente:

    Si se da la ocasión y yo tomo la decisión de ayudar a una persona cristiana :
    Por que esta persona cristiana da "gracias a Dios" responsabilizando con ello a Dios por los beneficios de mi iniciativa?

    gracias

    Christopher

    pd

    "no insulte mi inteligencia" es una buena frase, en verdad

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