10 de marzo de 2011

El matrimonio “Algo en que pensar” (Parte 1)


Recientemente, participaba en una Hermosa actividad de Iglesia donde me congrego, y  el lugar donde se desarrollaba, además de hermoso y natural, está rodeado de grandes edificios de apartamentos. Me quede contemplando uno de ellos, cuya altura es impresionante, no conté con exactitud cuántos niveles tienes, pero pasa los 35 pisos de altura. Tienes una moderna arquitectura, una vista majestuosa, así como una vidriería que le da el toque de privacidad y elegancia sin que los habitantes pierdan el contacto con la naturaleza.


Reflexionaba en esta  estructura, pensaba en las características de los materiales con los cuales se formaron las zapatas y las columnas con la capacidad de soportar tan alto edificio. Además pensaba en el tiempo dicado a su edificación, las maquinas empleadas para hacer las profundas excavaciones, donde se verterían aceros, cementos y arenas, formando el soporte requerido, con las resistencias necesarias para soportar los embastes del tiempo y las diversas circunstancias de nuestra madre naturaleza, no deje de pensar en los hombres y mujeres, quienes pusieron su talento y dedicación al servicio de quienes dirigieron esta obra.

Comparaba esta estructura con el matrimonio, y me preguntaba, ¿Por qué hay tantos matrimonios derrumbados? ¿Por qué no se han mantenido? ¿Cómo se formaron sus bases? ¿Sobre cuales fundamento están sus columnas? ¿Qué tan profunda se edificaron sus zapatas? ¿Por qué no soportan y con el pasar del tiempo se están cayendo?  ¿Quién es su edificador?
En esta primera entrega  quiero profundizar en la zapata del matrimonio, me refiero al “noviazgo”. Entiendo que podríamos identificar algunas oportunidades en este  nivel de la relación de pareja.

-          Hoy día muchas relaciones de novios están formalizadas sobre la base de un atractivo físico. En este sentido, su fundamento es superficial, carente de profundidad. No existe una meta definida con mira al  futuro de esa relación y la probabilidad de llegar al matrimonio no está en los planes de la pareja.  Es posible que con el pasar del tiempo, uno de los dos comience a enamorarse de las cualidades del otro, comience a valorar la importancia de esa persona para su vida. Y quiera hacer más profunda la relación. Tenemos entonces el siguiente cuadro: uno está por amor y el otro por lo físico, si llegaran al matrimonio ¿Cuál sería su fundamento para mantenerse en pies?

Llega el momento cuando uno de los dos estará descubriendo (muy tarde por cierto) que está cargando solo o sola con el matrimonio, donde ella o él lo está intentado, pero el otro sencillamente  no está haciendo nada para mantener a flote la relación matrimonial. Se inicia el proceso de cuestionamiento, acusaciones, búsqueda de culpables, donde las dudas serán el común denominador y como consecuencia,  la separación.  Me pregunto, ¿Dónde estuvo el problema? Recuerde nuestro edifico, ¿Cómo se sostienes? ¿Por qué soporta tantos niveles? Quizás su zapata fue diseñada para tales fines. ¿Cómo se están formando las zapatas para el matrimonio?

-          Otras relaciones  están en un círculo vicioso, aunque se expresaron amor, sus convivencias está basada en el presente, en el momento, han agotado su repertorio de conversación y necesitan buscar en que gastar el tiempo cuando se juntan.  Inician las caricias, los besos desenfrenados, ligados con los contactos físicos, llega un momento en el cual ninguno de los dos son racionalmente consciente de sus acciones.  Los resultados de tales actos terminan en un matrimonio sin preparación, sin una visión con futuro, pues ninguno de los dos contemplo estar casado tan rápido y con un hijo o hija a quien atender. ¿Cómo puede permanecer un matrimonio cuyas bases fueron la improvisación por la circunstancias? Llegar  al matrimonio para solucionar un problema creara otro mayor y las consecuencias pueden ser para toda la vida.

La falta de comunicación con objetividad es un elemento que afecta el mantener y profundizar la relación. Muchos ignoran el daño que hacen al fortalecimiento de sus lazos amorosos una pobre y viciosa comunicación. Así como el ingeniero planifica la estructura del edificio a ser construido y comunica a los constructores su plan, los novios deben sentarse a planificar su futuro, comunicarlo uno al otro detenidamente, buscar asesoría de aquellos de más experiencias, en especial de sus padres, para concretizar sus planes con el más alto nivel de confiabilidad. Es imprescindible darle la prioridad a Dios. A El necesitamos comunicarle nuestros planes, sin El nuestras metas son inlogrables. Cuando Dios queda fuera de la relación de la pareja, sencillamente la pareja esta desprotegida de su creador.

Recordemos lo dicho por Jesús en Lucas 11:9,10;  "Así que yo les digo: Pidan,  y se les dará;  busquen,  y encontrarán;  llamen,  y se les abrirá la puerta.  Porque todo el que pide,  recibe;  el que busca,  encuentra;  y al que llama,  se le abre’’.
Son maravillosas estas palabras de nuestro Salvador, El nos invita a comunicarle nuestros planes, a pedir por nuestras necesidades, a poner en sus manos los objetivos a corto y a largo plazo de nuestra relación de pareja. Dios quiere que confiemos en el, pues El invento la relación de pareja, ideo el matrimonio y estableció las reglas a ser seguida por el hombre y la mujer que desean una unión conforme a la voluntad de Dios.

Filipenses 4:19 dice; Así que mi Dios les proveerá de todo lo que necesiten,  conforme a las gloriosas riquezas que tiene en Cristo Jesús. Muchas relaciones están basadas en sus propios esfuerzos, se miran consistentemente en el espejo de sus necesidades. Dios les dice, yo le supliré todo lo que necesiten. Es necesario comunicarle esas necesidades, confiar en El, pues el proveerá conforme a su voluntad.

La pareja que aprende a comunicarse con Dios, a tener una relación con El, aprenderá a tener una verdadera relación en este nivel de las relaciones de pareja, el noviazgo. De igual modo aprenderán a seguir los mandamientos de Dios. Comprenderán porque Dios pide a los hijos honrar a sus padres. Ser un joven o una joven obediente a sus principios y mandamientos. Dejar a los padres fuera, no darle la oportunidad de ser los asesores de la relación en el noviazgo, es sencillamente, deshonrarle. Por supuesto, los padres y madres, necesitan trabajar para no provocar a los hijos con injustas apreciaciones sobre su relación amorosa. Y cuando hablo de injusta, estoy hablando de no levantar falsos testimonios o desvalorizar a la otra persona para desmotivar la relación.

Como cristianos nuestros hablar debe denotar en todo tiempo que somos hijos e hijas del Dios de los cielos. Debemos dar el testimonio de ayudar a construir una relación basada en el amor y el respecto. Una relación que permita a los involucrados tener un matrimonio estable, un matrimonio dirigido por Dios. De igual forma, los hijos deben aprender a escuchar a sus padres, quizás nuestros padres  no nos digan lo que quisiéramos oír de la relación con esa persona, quizás te sienta atacada o atacado, es probable que entienda que ellos no valoran o quieren a esa perdona a la que tú ama. Y esto te trae conflictos en tus decisiones. Pues por un lado están los padres a los cuales amamos y quisiéramos respetar y por el otro la persona de quién te ha enamorado y quiere sea aceptada por tus padres.

Se hace muy difícil ver cuando se está enamorado, lo que se puede ver cuando se tiene la experiencia. Tu está enamorada o enamorado, pero no debe olvidar que tus padres tienen la experiencias y quieren lo mejor para tu futuro, pues te aman y no quieren verte sufrir.  En este sentido se debe tener un razonamiento sin parcialidad. Te debe centrar en tu futuro, evaluar concretamente lo que desea en la vida. Tomar conciencia de las opiniones de tus padres, sus sugerencias pueden representar la diferencia entre lo que tú cree y quiere, y  lo que realmente conviene a tu futuro en el matrimonio. 
Recuerda, tus amigos te pueden dar un buen consejo, pero nunca será igual al de tus padres.

Asesores hay por todos lados, pero los correctos son aquellos que se involucran y dan no solo sus ideas, sino que también dan sus ejemplos de vida. Nadie puede dar lo que no tienes. Es por esa razón que es tan vital confiar en tus padres.  
Muchos matrimonio no permanecen porque sus componentes (la pareja) fueron mal asesorados. Quizás el amigo, la amiga o el mismo medio donde interactúan son la fuente de donde se orientan antes de tomar una decisión. No pongo en dura la existencia de buenas personas, algunos bien intencionados, se involucran en la relación y dejan sus ideas como leyes de vida para la pareja. En esto debemos tener cuidado.

-          Cuando se llega al matrimonio con un noviazgo cuya conducta no es consistente. Esas son las relaciones de pleitos, discusiones, separaciones y reconciliaciones. Aquellas que siempre se están dando un tiempo para entenderse, pero que nunca terminan de comprenderse. Llegan al matrimonio sin solucionar o encontrar la raíz de su inconsistencia amorosa. De su falta de comprensión. Engañado con la idea de que después del matrimonio eso se corregirá. Muy parecido al ingeniero que construye el edificio con materiales de mala calidad y luego se queja porque la estructura no fue  resistente, pues con el primer moviendo de cayo. Y sale a buscar los culpables de su desgracia.

Muchas parejas llegan al matrimonio creyendo que las cosas serán mejor que en el noviazgo, que serán diferentes, cuando eso no ocurre, inician el proceso de culparse uno al otro y de buscar otros culpables en las familias del joven o en la de la joven. Si realmente quiere un matrimonio feliz, tendrá que tener un noviazgo saludable, donde abunde la compresión, la tolerancia, el respeto, el amor, y la disposición de aportar lo mejor de cada uno.  Estar dispuestos a comprometerse a realizar  los ajustes que sean necesarios para modificar las actitudes y la conducta que por muchos años formaron parte de su individualidad. Pues ahora no soy yo…somos nosotros. Se deben hacer ajustes y la mejor manera es poner a Dios por medio de su hijo Jesucristo, como centro de la relación y por supuesto, guía de sus sentimientos.
Trabaje para edificar una sana relación amorosa, piense en lo dicho por el Apóstol Pablo “El amor es paciente,  es bondadoso.  El amor no es envidioso ni jactancioso ni orgulloso. No se comporta con rudeza,  no es egoísta,  no se enoja fácilmente,  no guarda rencor.  El amor no se deleita en la maldad sino que se regocija con la verdad’’ 1 Corintios 13:4-6. 
El amor no nos debe hacer ciegos, al contrario, debe hacernos mas conscientes de nuestra realidad, es necesario  poner en prácticas  estas actitudes mencionadas por el Apóstol Pablo, esto puede hacer la diferencia entre un matrimonio a nuestro modo y uno a la manera de Dios.

Dedique tiempo a preparar las bases para edificar un matrimonio sobre mejores fundamentos, edifique dirigido por el inventor del matrimonio, este es Dios, déjese asesorar por aquellos que le aman y quieren lo mejor para usted, sus padres. 

Hasta una próxima entrega….

Si tienes alguna pregunta, por favor diríjala a   


 faliliar.oasis@gmail.com

Autor: Mateo Martinez 

1 comentario:

  1. Que pasá cuando dos personas que una vez fueron novios y se amaron ahora tienen un hijo de por perdio, pero antes de ese hijo nacer terminaron. Como pueden mejorar su relacion amoroza para lo mejor de su hijo y de los 3. Ya que ahora no son novios y deben de pensar en el matrimonio, que usted me recomienda hacer?

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