11 de febrero de 2011

Cualquiera que sea tu excusa


Recientemente escuchaba en la radio un corte publicitario de una empresa, promocionando sus mercancías a propósito de la celebración del llamado “mes del amor y la amistad”.  El anuncio señalaba algunas razones por las cuales celebrar o regalar, y al final se oía: “Cualquiera que sea tu excusa, ven a [negocio], y adquiere el regalo para tu ser querido….”. 
Es increíble cómo a través de los años, cada celebración, cada práctica idolátrica, cada abominación a Dios, fue “suavizándose” hasta convertirse en algo “normal” o una “tradición” aceptada popularmente. Para no hacerte la historia completa, en cuanto a la próxima conocida celebración en este fin de semana, me referiré muy brevemente a “Cupido”.  De ser el dios del deseo y el amor erótico al que se rendía culto, al igual que sus “padres”, Venus y Marte, así como otros tantos dioses existentes a los cuales se les rendía culto, pasó a ser un personaje “romántico, del amor y la amistad”, inocente y querido. Esto sucede también con muchos otros que hoy son parte de celebraciones y tradiciones “inocentes”. 
Al igual que otras tantas celebraciones, prácticas y creencias idolátricas, que tras su práctica y aceptación general, hoy se “comercializan” y son consideradas parte de la tradición, inclusive aceptadas por muchas iglesias de hoy, te recomiendo que tengas mucho cuidado con “cualquiera que sea tu excusa” para seguir una determinada celebración, para que no caigas bajo la siguiente advertencia directa de Dios: 
!!Ay de los que a lo malo dicen bueno, y a lo bueno malo; […] Por tanto, como la lengua del fuego consume el rastrojo, y la llama devora la paja, así será su raíz como podredumbre, y su flor se desvanecerá como polvo […] (Isaías 5:20,24)
 Autor: David A. Guerrero S.

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