31 de octubre de 2010

Los Celos y la Envidia en el Matrimonio


Querid@s Amig@s

Los celos y la envidia están íntimamente ligados. Son dos elementos muy destructivos en las relaciones humanas en sentido general.

Cuando estos elementos o sentimientos están en el interior de las relaciones conyugales, provocan el deterioro del matrimonio.

Recordemos lo ocurrido con Caín y Abel, Génesis capitulo 4. Los celos y la envidia trajeron como consecuencia la muerte de Abel.

Ahora bien, pensando en el matrimonio. ¿Cuántos matrimonios están agonizando por esta situación? Otros ya han muerto.
Cuando los conyugues se celan o manifiestan una relación en donde existe la envidia. ¿Puede existir una relación duradera?

Que tal la Confianza, es un valor imprescindible en nuestra relación matrimonial. El origen de los celos entre los conyugues puede ser por falta de confianza. Cuando no puedo confiar en el amor de mi cónyuge, esto afecta seriamente mi relación con esa persona.

El amor se desvanece y poco a poco nos olvidamos del respecto, la tolerancia y la consideración. Y para poner el asunto más fuerte, esta la sociedad, donde los niveles de incertidumbres son cada día más elevados. Pues somos bombardeados por los sucesos del vecino, el amigo en el trabajo o la escuela. Incluso, por sucesos que en el pasado nos afectaron directamente en otras relaciones.

Es necesario amar con sinceridad, de esta forma podemos superar los celos y confiar en esa persona con la cual comparto mi vida.

Preguntas: ¿Cómo se gana la confianza entre los esposos? ¿Cuáles ingredientes cree usted son esenciales para cultivar este valor en la relación matrimonial?

No hay nada más dañino en una relación matrimonial que la perdida de la confianza. Es el punto de la relación, cuando todos pierden.

Sufren los conyugues, los hijos, los familiares y la Iglesia en sentido general. Es por esa razón que en la biblia se enfatiza tanto el amor y el respecto que debe existir en esta relación, Efesios 5:33.

De no existir un trato de amor, no hay confianza, y donde no hay confianza, no hay respecto. Y cuando se pierde el respecto, vano es buscar tolerancia.

Meditemos en lo expresado por el Apóstol Pablo. {Nosotros que somos del día, por el contrario, estemos siempre en nuestro sano juicio, protegidos por la coraza de la fe y del amor, y por el casco de la esperanza de salvación} (1 Tesalonicenses 5:8.)

Se espera que como creyentes seamos hombres y mujeres capaces de conducirnos como hijos de luz. En tal sentido, esto debiéramos manifestarlo en nuestras relaciones.

Pregunta:
¿Son los celos causados por matrimoniarnos en Yugo desigual? ¿Cómo afecta esta relación, la relación con Dios y con nuestro cónyuge?

En la vida hay de todo, no deben existir celos, sin embargo los hay. Los ajustes espirituales en la vida de muchos creyentes toman tiempo, la relación con Dios no es la misma en ambos conyugues aun sean los dos creyentes. Esto es un proceso y muchas veces toma mucho tiempo.

2 Corintios 5:17 nos habla de la nueva vida en Cristo que debiera tener todo creyente, pero siguen en nosotros situaciones sin cambiar. Y es necesario hacerlo de una vez y por todas, pues ciertas actitudes nuestras pueden ser obstáculos para vivir con Dios en el cielo.

Gálatas 2:20 nos muestra la importancia de estar con Cristo crucificado, esto implica hacer cambios, hacer ajustes, modificar conductas, crucificar malos hábitos, deshacer de nuestras vidas esas peñas situaciones que no nos hacen felices y por consiguiente, no hacen feliz a nuestra pareja.

Dios derrame bendición en tu relación de pareja y pueda resplandecer en cada uno de ustedes la esperanza en Cristo Jesús.



2 comentarios:

  1. Todavía hay personas que creen en el viejo dicho de que "quien no cela no ama". Pero la Biblia expone al amor como algo totalmente opuesto a los celos y la envidia. El amor es citado entre las manifestaciones del fruto del Espíritu (Gálatas 5:22), y a los celos y la envidia, se les menciona entre los frutos de la carne (Gálatas 5:19-21).

    Quiera el Señor que aprendamos a cultivar amor genuino, libre de temores y de sospechas, por encima de todas las dificultades. Después de todo, "las muchas aguas no podrán apagar el amor, ni lo ahogarán los rios" (Cantares 8:7).

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  2. Excelente comentario mi amado hermano... Gracias por tu aporte.

    Bendiciones

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