Al
conversar con algunos amigos y escuchar sus historias o por medio de ellos, las
historia de otras personas, me pongo a pensar en la diversas situaciones en la
que esta sumergida esta sociedad.
Tratamos de
escapar a muchas de nuestras responsabilidades y en la mayoría de los
casos, vivimos buscando quien es culpable de las cosas que negativamente nos
suceden. Y es que, es mejor señalar a otros por nuestras desatinadas decisiones
que enfrentar y asumir responsabilidad por nuestros actos.
Buscamos
incansablemente la forma de ser felices, pero no queremos hacer sacrificio para
obtener la felicidad, queremos que nos amen con nuestros defectos y virtudes,
pero le exigimos a los demás ser perfecto para amarles. Queremos tener
una relación (un noviazgo, un matrimonio, una amistad, o quizás formar una
familia) pero no queremos ajustar nuestra vida a los compromisos y
responsabilidades que esto representa.