27 de noviembre de 2013

El liderazgo de la Mujer (Parte I)

Mucho se pude hablar del liderazgo hoy día. Sus protagonistas, objetivos, enfoque y aplicación en todas las organizaciones existentes en el mundo.

Hemos sido altamente influenciados por el concepto de un liderazgo ejercido solo por el hombre. Sin embargo, los mejores líderes han sido formados por mujeres enfocadas en acciones y visiones de entregar a la sociedad mejores seres humanos.
Solo necesitamos observar el papel de la mujer dado por Dios en el Matrimonio, en la iglesia y en la sociedad.
Nuestro creador ha dado una preparación especial a la mujer, con una sensibilidad e intuición que le permite tener una mejor visión del futuro, con una mejor preparación que al hombre.
No llegan vacía las palabras de nuestro creador cuando expresan el principal papel de la mujer en la vida del hombre, cuando dijo “Le haré ayuda idónea para el”. Apropiadamente, el hombre tiene a su lado una Madre, una Hermana, una Esposa, una Amiga… En fin, alguien que le sirve para enfocarlo en esos detalles de la vida, lo cual nos permite como hombres, fortalecer esos contactos con el medio en donde interactuamos.

A eso se le llama liderazgo, somos influenciados a modificar nuestros actos o conducta por el instinto de una mujer, ella sabe como hacerlo, pues nació para liderar.
De  las tantas definiciones que hay sobre liderazgo, comparto   continuación una con la que me identifico en este tema.  En ella se encuentran algunos elementos rescatable con relación al liderazgo de la mujer.

Liderazgo es la capacidad de establecer la dirección e influenciar y alinear a los demás hacia un mismo fin, motivándolos y comprometiéndolos hacia la acción y haciéndolos responsables por su desempeño.

Quiero rescatar siete principios de esta definición. Principios aplicables al liderazgo de la mujer en cualquier dimensión de sus accionar como ser humano hecho para bendecir y liderar.

1.    Capacidad.

Se denomina capacidad al conjunto de recursos y aptitudes que tiene un individuo para desempeñar una determinada tarea.

Conjunto de recursos y actitudes. Si algo tiene una mujer es esto, recursos naturales para poner en práctica sus conocimientos, con una actitud de reproducir en los que están a su alrededor. En especial, con sus seres queridos.

Los buenos líderes usan su capacidad para motivar a su gente, la mujer es motivadora por naturaleza. Dios la ha dotado de este gran don, pues ella trabaja directamente en la formación de sus hijos. le estimula a formar su carácter,  a perfeccionar objetivamente su personalidad y a luchar en la formación de su futuro. Y para lograr tal azaña se necesita ser un ejemplar líder.

Solo un ser humano como la mujer puede tener los recursos necesarios para hacer las modificaciones profunda en la conducta activa de otro ser humano.

Su influencia hace que otros la sigan, la respeten y valoren. Esto es capacidad.

2.    Establecer la dirección.

La mujer no solo es capaz de dirigir a sus hijos, ella tiene el don de la intuición, el cual usa muy efectivamente en la conducción del hogar, influenciando de manera eficaz a su esposo. Sin esta ayuda, ¿Cómo podría ser exitoso un marido de éxito? Solo puede explicarse en la capacidad liderar de una mujer que tiene visión, compromiso y objetividad en un futuro mejor.

Si me enfoco el significado de dirección, una sus aplicaciones está encaminada a una persona que guía a un grupo o equipo. Partiendo de este hecho, la mujer sabe hacia dónde llevar la familia y en función de esto toma decisiones concreta, juiciosas y de alto contenido de buen juicio.

Estas son virtudes que desarrollan los líderes exitosos. Virtudes que les hacen tener equipos, familias, carreras, ect. De gran valor y recompensas personales. Recompensas evaluadas desde un punto de vista integral, es decir, satisfacen las necesidades intrínsecas de la líder mujer enfocada.

Es una herramienta que Dios ha puesto en la mujer como madre, esposa, amiga y compañera.

3.    Influenciar y alinear a los demás hacia un mismo fin.

Cuando una persona logra ejercer algún tipo de influencia en ti, es decir, logra producir un cambio en tu comportamiento, opiniones, actitud, etc., ha podido ser por uno de los siguientes motivos: obediencia, identificación o internalización. Esto lo hace muy naturalmente una mujer.

Ella sabe como aplica efectivamente estos tres ingredientes para influir en las personas. La obediencia es un elemento usado para ganar el respeto de su esposo, la confianza de sus hijos y la reverencia a Dios. Esta combinación de enfoque y practica en la vida de la mujer, lleva a ser imitada por los que las conocen. A esto se le llama influencia, pero una influencia estratégica, sistemática y objetiva. 

Líderes de tal calibre son los que hacen la diferencia en las grandes organizaciones. Si este don lo aplicamos en el hogar o en la Iglesia, cuanto no podríamos lograr en nuestra  sociedad.

Identificación, con el medio, las personas y los objetivos. No es una cualidad superficial, es la esencia de un liderazgo democrático, enfocado en resultados de larga duración, o como yo llamo, resultados de vida. Pues su influencia en los demás es transformadora.

La identificación también hace de la mujer una persona de confianza, los demás miran la visión como una realidad y se preocupan por ser parte de ella, se la creen y la defienden, luchan por alcanzar la meta, quieren tener el mismo entusiasmo y objetivo de líder, por eso tratan de amar lo que ellas hacen.

Sus seguidores se alinean con el proyecto, lo hacen personal, por eso lo construyen y lo defienden. Esta es una gran virtud.

4.    Motivador.

Cuando de motivación se trata, la mujer es motivadora por naturaleza, sabe cómo ayudar a otros en el logro de sus objetivos. Un ejemplo de esto se puede ver en la educación de los hijos, como lo inspira y forja en ellos actitudes con visión de futuro.

Otro ejemplo es su relación de esposa, ella sabe como motivar a su esposo, son sus palabras y ejemplo de vida una verdadera plataforma de motivación para ese hombre esperanzado en el cariño y afecto de una mujer amorosa, comprensiva, sincera, amable y humilde en su contemplación del futuro.

Es la mujer que sufre o es vulnerable a las circunstancias o tiempos por lo que pasa, se hace sensible al dolor de sus seres amados y sufre muchas veces por ellos, calla cuando es necesario y medita profundamente en sus acciones. Se enfoca en los detalles de esa relación y vive esos pequeños momentos con entusiasmo y dedicación.

Estos son atributos de una líder que motiva con el ejemplo y hace que los demás la sigan sin ella ejerza una influencia dictatorial sobre ellos. Los verdaderos líderes motivan con sus acciones y ganan el respeto de su gente con la actitud y aptitud que demuestran en su comportamiento. 

5.    Comprometedor.

La mujer asume compromisos, creo que por esta razón existen tantas mujeres criando a sus hijos sin el soporte de un padre. Ellas saber sacrificar aun su propio crecimiento como persona para dedicarle tiempo a sus seres amados.

Han demostrado ser verdadera administradoras, no solo en el hogar, sino también en la vida pública.

Son sensibles a las situaciones tanto emocionales, espirituales y físicas de su familia, en especial, de sus hijos. Cuando un líder tiene este tipo de afinidad familiar, sabe conducirse con responsabilidad y enseñan esto a sus gentes. Esto se demanda de los buenos líderes.

Ellas saben cómo enseñar normas, costumbres y principios, virtudes tan necesarias en las familias, y la sociedad.

En cuanto a la Iglesia, esto es de valor para el trabajo y la disciplina cristiana. La mujer ejerce un liderazgo responsable. 

6.    Hace responsable a los demás por sus desempeños.

Ella ejerce un liderazgo de ejemplo, son poco los lideres que pueden influenciar a su gente con el ejemplo. La mujer tiene ese don.

El desempeño de las personas en un mundo bajo la dirección o liderazgo de la mujer, no solamente es responsable, es también productivo, eficiente y esforzado.

Ejemplo de esto se puede ver en la familia.


Autor: Mateo Martínez